Tags

, , , , , , , , , , ,

Recuerdo haber visto de pequeño una película, de esas noventeras en las que Meryl Streep tenía la cara lisita. La trama era más o menos así: una mujer de treinta y tantos, angustiada por el paso del tiempo, iba con una bruja (que adaptada a la época parecía más bien una Top Model semidesnuda) que le daba una poción para vivir siempre joven y bella. Entregado el elixir, ella decía, una pequeña advertencia: estarás con tu cuerpo mucho tiempo, trátalo bien. Independientemente de que nunca me he reído más que cuando vi esta película, el mensaje sobre lo delicado que puede llegar a ser nuestro cuerpo es lo que realmente importa aquí.

Es cierto, no pasaremos cientos de años en este mundo, pero en un descuido podríamos pasar un siglo aquí, por lo que sería importante reflexionar sobre los cuidados que tenemos y no tenemos, especialmente los bailarines, que solemos pensar que pertenecemos a una raza diferente que soporta el doble que los demás. De hecho, me parece que deberíamos ser más cuidadosos que los demás, ya que nuestro instrumento de trabajo, somos nosotros mismos.

Atención, no estoy diciendo que “cuidarse” sea dejar de hacer las cosas o tirarse a descansar y decir: “No me molesten, me estoy cuidando”. El truco, realmente, es que cuidarse implica todavía más trabajo. Necesitamos hacer tiempo donde no lo hay. Tiempo de procurarnos al menos cuatro comidas al día (deberían ser 5, pero estoy perdonando una porque el tiempo es una unidad de medida finita cuando estamos hablando de 24 horas en un día), tiempo de tratar de dormir, cuando menos 6 horas al día de lunes a jueves y cumplir con las 8 los fines de semana, tiempo de tomar 3 litros de agua (tú no necesitas 2, tu sudas el doble que los demás, estará entre 3 y 4) y al menos un poco también, tiempo de esparcimiento.

Si después de agregar mis consejos a tu rutina diaria, resulta que necesitas días de 28 horas, aquí hay algunas cosas que puedes hacer:

Comida: Necesitas tal vez sólo unos 20 minutos para cada comida, el problema es prepararla. Optimiza tiempos, trata de organizar los fines de semana, cuando menos las comidas fuertes de la semana. Prepara alimentos sanos (ensaladas, carnes blancas, lacteos bajos en grasa) y déjalos listos para sólo tomarlos. Tener en tuppers algunas porciones de carbohidratos como pasta o arroz también es una buena idea. Como bailarín, deberás tratar de evitar las carnes rojas, pues sus toxinas afectan la elasticidad de tu cuerpo. Prefiere siempre el pescado y el pollo. Hablando de esto, las latas de atún también son tus mejores amigas. Busca siempre tener alguna botana saludable contigo, a los hombres les beneficia la proteína de las nueces, almendras y cacahuates. Las mujeres suelen requerir la fibra de las pasas y otras frutas secas. Demás estaría decir que el alcohol y el cigarro destruyen tu trabajo de días en tan sólo unos minutos. Evítalos como si fueran la peste, o cuando menos modéralos en el amplio sentido de la palabra.

Descanso: Fíjate una hora para dormir y respétala, acostumbra a tu cuerpo a cumplir con ciertas reglas. Busca que las excepciones sean reales, nunca te duermas tarde por ver la televisión o por esos “10 minutos” en redes sociales que terminan siendo una hora. Así como tienes excepciones en las que por cuestiones de trabajo dormirás 3 o 4 horas, busca balancearlas con días tranquilos en los que duermas 10 horas. Somos seres necios, cuando no tenemos el tiempo lo deseamos con ansias, y cuando lo tenemos, lo perdemos en tonterías. Si sabes que un día tienes menos carga de trabajo o un día de descanso, no lo desperdicies sólo por poder hacerlo. Las horas que duermes, duérmelas. Encuentra un ambiente relajante que propicie un descanso adecuado. No duermas con luces encendidas, ni aparatos, ni música, ni te duermas con trabajo pendiente. A veces parece que todo esto ayuda, pero en verdad estás perdiendo el tiempo al dormir sin descansar. Dos horas de descanso efectivo harán mucho más por tu cuerpo que cuatro con un ojo abierto.

Tristemente, la mayoría de los métodos reales de ahorrar tiempo implican tratar de disminuir tus actividades diarias aumentando las de los fines de semana, pero la recompensa bien puede valer la pena. Sin embargo, considera lo siguiente: organízate y concéntrate, no permitas distracciones y aprovecharás más el tiempo. Hacer una tarea escolar que no debería tomar más de 30 minutos puede convertirse en dos horas si lo hacemos acompañados de Facebook. De igual manera, ningún caso tiene tardar 4 horas en realizar una lectura escolar de 50 cuartillas que bien podríamos terminar en la mitad del tiempo si no tuviésemos que releer cada página por habernos quedado dormidos antes de terminarla.

¿El tiempo que liberas para qué te sirve? Obviamente para lo que a este blog atañe, que es tu entrenamiento dancístico, aquí cabe agregar que el desgaste físico de un cuerpo cansado NO genera progreso ni resultados reales para el bailarín, sólo lo coloca en una posición altamente propensa a lesiones, por lo que debes tener mucho cuidado con entrenar cansado. La mayor parte de los accidentes en un salón de danza ocurren por fallos musculares debido a fatiga o por distracciones que, muchas veces, obedecen a la misma razón.

Disciplina y organización son las únicas cosas que realmente nos permiten hacer todo lo que tenemos que hacer sin sacrificar a nuestro cuerpo en el intento, pero si esto es lo que en verdad deseas, no debería ser un sacrificio del todo, ¿o sí?. Y la moraleja es esa con la que empezamos esta historia. Cuida a tu cuerpo, vas a ser tu compañero más cercano por un largo largo tiempo.

“El arte del descanso es una parte del arte de trabajar.” –  John Erns Steinbeck

Guillermo Flores es director, coreógrafo y profesor de Artium Dance Center.